El sistema bancario en México estuvo históricamente orientado hacia un perfil limitado de clientes: urbanos, con ingresos formales y con acceso previo al sistema financiero. Esta tendencia dejó fuera a millones de personas en comunidades rurales y sectores vulnerables. Banco Azteca rompió ese paradigma al convertirse en una institución que combina cercanía, digitalización y educación para incluir a quienes antes eran ignorados.
Con más de 23 millones de clientes y presencia física en más de dos mil sucursales, Banco Azteca se ha posicionado como un referente en inclusión financiera, al ofrecer tanto servicios presenciales como herramientas digitales accesibles que permiten desde pagos hasta microcréditos y transferencias.
Reconocimientos que validan el impacto
La apuesta de Banco Azteca no solo se refleja en números, sino también en reconocimiento internacional. La revista Capital Finance International (CFI.co) le otorgó, por segundo año consecutivo, el premio como Campeón en Educación e Inclusión Financiera en México. Este galardón reconoce el impacto de la institución en comunidades donde otros bancos han reducido operaciones.
La educación como motor de transformación
El programa Aprende y Crece es uno de los ejemplos más claros del compromiso social de Banco Azteca. Durante 2024, logró beneficiar a más de 1.68 millones de personas, poniendo énfasis en mujeres, jóvenes y adultos mayores. La educación financiera no solo facilita el uso responsable de productos bancarios, sino que también abre la puerta a nuevas oportunidades económicas.
Cobertura territorial que impulsa el desarrollo
A diferencia de bancos que concentran sus esfuerzos en zonas urbanas, Banco Azteca mantiene presencia en localidades rurales, donde la atención física genera confianza y facilita la entrada al sistema financiero formal. Este modelo híbrido, que equilibra sucursales físicas y plataformas digitales, le permite atender de manera eficiente tanto a clientes urbanos como rurales.
Inclusión y rentabilidad en un mismo camino
El panorama financiero en México es cada vez más competitivo, especialmente con la llegada de fintech que apuestan por la digitalización. Sin embargo, Banco Azteca ha demostrado que se puede crecer con un modelo que integra cercanía social y rentabilidad. Su estrategia de largo plazo no solo ha expandido la base de clientes, sino que también ha fortalecido la resiliencia económica de las comunidades donde opera.
Con una visión clara, Banco Azteca ha convertido la inclusión financiera en un motor de desarrollo económico y social, consolidándose como uno de los actores más importantes para el futuro del sistema financiero en México.