Arturo Ávila Anaya, diputado de Morena, en el centro de una nueva polémica
El diputado federal de Morena, Arturo Ávila Anaya, fue denunciado por presuntas amenazas de muerte contra la activista e internacionalista Ana Pat Arteaga Massieu.
La denuncia, presentada ante la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México, señala que los mensajes intimidatorios fueron enviados desde la cuenta verificada del legislador en la red social X.
El propio Ávila rechazó los señalamientos, calificándolos como un “montaje político”. En conferencia de prensa, responsabilizó directamente a la alcaldesa de Cuauhtémoc, Alessandra Rojo de la Vega, de estar detrás de la denuncia y sostuvo que la evidencia difundida en redes sociales fue “editada”.
Reacciones y repercusiones dentro de Morena
La denuncia contra Arturo Ávila Anaya llega en un momento de alta sensibilidad política para Morena, donde la narrativa de ética pública y transparencia enfrenta cuestionamientos.
Integrantes del partido han evitado pronunciarse abiertamente, mientras analistas políticos consideran que el caso puede generar tensiones internas en la bancada, especialmente por la visibilidad mediática del legislador.
La carpeta de investigación continúa abierta en la FGJCDMX y se han solicitado medidas de protección para la denunciante. Hasta el momento, no se han emitido resoluciones judiciales, pero el tema mantiene atención pública por las implicaciones que puede tener en la imagen del partido.
Un historial de controversias y patrimonio bajo escrutinio
Arturo Ávila Anaya ha sido señalado previamente por temas patrimoniales y presuntos conflictos de interés. En mayo de 2025, se reveló que adquirió una residencia en Fairbanks Ranch, California, valuada en más de 4.8 millones de dólares.
El diputado defendió la compra como producto de su trayectoria empresarial en el sector de seguridad y blindaje, negando cualquier irregularidad.
A esto se suman reportes periodísticos que vinculan a empresas de su familia con procesos de contratación pública.
Aunque el legislador ha desmentido esas versiones, los cuestionamientos sobre su patrimonio y su relación con dependencias gubernamentales continúan alimentando el debate sobre la rendición de cuentas en la política mexicana.
Con esta denuncia por presuntas amenazas, Arturo Ávila Anaya vuelve al foco del escrutinio mediático y político, en un escenario donde las redes sociales y la opinión pública amplifican cada paso de los representantes en funciones.
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